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Algo más que sexo...

... el templo del amor...

... el templo del amor...

El amor nunca deberia ser forzado, nunca deberia intentarse. Estais jugando, bailando, cantando, disfrutando... es parte de esta prolongada alegria... si sucede, es bello. Cuando el amor sucede, tiene belleza. Cuando se hace que suceda, es feo.

Según Osho, el hombre deberia convertir hacer el amor en un arte. Un hombre deberia hacer el amor de la misma manera que pinta un pintor, un poeta compone poesia o un músico toca música. Debe sentirlo... Y para ello, puede tener un lugar -un templo de amor- un sitio donde quemar incienso y poner velas... Y es que el cuerpo de la mujer deberia ser tratado como un instrumento musical, porque lo es.

Y es que para hacer que también la mujer sea una compañera orgásmica, el hombre tiene que aprender juegos preliminares, tiene que aprender a no tener prisa por ir a la cama. Hacer el amor deberia ser algo sagrado, porque no hay nada sagrado en la vida corriente, a no ser que hagais sagrado el amor.

Quizás parezca exagerado tener que decorar la habitacion con velas y varitas de incienso cada vez que quieras hacer el amor con tu pareja. No se trata de verlo como una obligacion de crear ambiente, sino como parte del juego. Todo cuenta y la sensibilidad de la mujer para estas cosas es muy importante. Y es que la verdadera tragedia de la mujer es que todo su cuerpo ha de ser excitado... menudo trabajo para los hombres...!!! el no está interesado en ello... nunca lo ha estado. Ha utilizado a la mujer como una máquina sexual para aliviar sus propias tensiones sexuales. En cuestion de segundos ya ha terminado. Ya para cuando ha terminado, la mujer nisiquiera ha comenzado... Y encima como el acto sexual les ayuda a dormir, no tardan ni dos minutos en estar roncando... Toda mujer ha llorado cuando le ha pasado esto. Se siente utilizada, y eso es lo más feo que hay en la vida...

En Oriente se dieron cuenta de que con la postura del misionero, la mujer quedaba aplastada bajo el peso del hombre y le impedia moverse libremente. Por eso alli siempre se ha hecho al contrario, ella encima. El hombre occidental tiende a ir más al grano, no se ocupa tanto de los preliminares ni del placer de ella. Con la típica postura del misionero, que tanto suelen practicar, el hombre llega al orgasmo en pocos minutos. Cuando a ella todavia no le ha dado tiempo ni a entrar en situacion. La mujer ha sido utilizada. Ha sido parte de ello, pero no ha formado parte en ello.

Quizás haya que crear un templo del amor para tomar conciencia de hacer verdaderamente el amor, en lugar de buscar un desahogo físico. No sé si es la solución a la comodidad del hombre. Pero es evidente que la mujer necesita hacer el amor, para disfrutar plenamente del sexo.

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